20.7.10

Arte moderno


Busca tu nombre en ambos párrafos si consideras que debes estar en esta dedicatoria a los amigos. En caso de no estar, puedes quejarte en la sucursal mas cercana, hasta el amigo mas perfecto como yo puede fallar.

Feliz día Jony Feliz día Agus Feliz día Trico Feliz día Cami Feliz día Chino Feliz día Pilu Feliz día Cande Feliz día Rodri Feliz día Arii Feliz día Nany Feliz día Edgar Feliz día Vicky Feliz día Aye Feliz día Flori Feliz día Mati Feliz día CaroP Feliz día Jules Feliz día Floo Feliz día Beel Feliz día Bruno Feliz día Cristian Feliz día Ari Feliz día Eze Feliz día Pani Feliz día Romi Feliz día CaroR Feliz día Ceci Feliz día Dami Feliz día China Feliz día Sofi Feliz día Juli Feliz día Emma Feliz día Calva Feliz día Gony Feliz día Caro.

Gracias Caro Gracias Gony Gracias Calva Gracias Emma Gracias Juli Gracias Sofi Gracias China Gracias Dami Gracias Ceci Gracias CaroR Gracias Romi Gracias Pani Gracias Eze Gracias Ari Gracias Cristian Gracias Bruno Gracias Beel Gracias Floo Gracias Jules Gracias CaroP Gracias Mati Gracias Flori Gracias Aye Gracias Vicky Gracias Edgar Gracias Nany Gracias Arii Gracias Rodri Gracias Cande Gracias Pilu Gracias Chino Gracias Cami Gracias Trico Gracias Agus Gracias Jony.

6.7.10

Curioso elemento: El tiempo


Una ducha caliente le devolvió lentamente los colores a esta tarde grisácea y fría que se apropió de mi ciudad. Junto al calorcito del cuerpo, perdido minutos atrás mientras recorría las calles desiertas del barrio, volvieron los recuerdos vivos, esos pequeños cortometrajes en los que no fuimos un simple extra sino protagonistas bien pagos y con fama en demasía...

Aquella tarde en la que dejamos de ser extraños con mamá y nos comportamos como lo que somos, donde compartimos alguna anécdota actual o histórica. De repente algo deriva en sonrisa, muta a una risa y tal vez termine con destino de carcajada o simplemente se desdibuje lentamente mientras nos contamos algún secreto que nadie debe conocer.

La noche en que la radio invadía la totalidad del aire que había dentro del auto, ni una palabra entré papá y yo, hasta que uno toma la posta, baja el volumen y enciende el diálogo con un: "¿Sabés que...?"  Desde esa frase el viaje fue distinto, la oscuridad no era tanta, fuimos compañeros, amigos compinches, padre, hijo, consejero, crítico. Fuimos todo lo que deberíamos ser siempre.

Inolvidables tardes de sol y lluvia, de arco iris sin fin, son las que recuerdo con cartas en la mano jugando al chin-chon. Los rivales caían y se levantaban frente a mí con total entereza. Alguno gracias a una humeante taza de leche blanca y otro por el placer de tomar. Abuelos y bisabuelos jugando, como niños con un niño, sin trampas ni enojos se sucedían las partidas que nunca van terminar.

Titanes en el ring no fue parte de mi infancia pero vaya si tuve de esas luchas con mis hermanos, golpes de lo más tortuosos para por fin terminar con un abrazo y una carcajada. No siempre corrimos esa suerte, varias veces nos separamos con bronca o incluso dolor, pero esas sensaciones solo duraron horas y pronto volvimos a ser compinches.

Recordadas son las tardes con amigos, donde un insulto es el mejor elogio, donde un pequeño logro se siente inmenso gracias a esos que te apoyan siempre y te festejan hasta lo intrascendente. Todas las discusiones terminan en una puteada que no hiere a nadie, que refuerza la confianza y que nos deja sedientos de una próxima discusión banal para pelearnos y volver a darnos una palmada de reconciliación.

Tampoco puedo olvidar las tardes con ella, en donde todo se funde en una única risa, la forma de terminar es abrazados, ser feliz es tenerla lado y no dejarla hablar se traduce en un beso. El sol y su sonrisa son sinónimos, luz y calor para mis tardes.

Por tanto recordar me olvidé de mirar el reloj, ya es tarde, es tiempo de soñar.