29.12.09

Pachamama


Cansada de gritar "BASTA!" una y otra vez, así es como se debe sentir. Una vez más se mostró cansada de las violaciones, de los golpes sin sentido, de no recibir nunca una caricia.

Meses atrás mostró su ira escupiendo lava desde un volcán y hoy, sin fuerzas, se larga a llorar inundando mi barrio. Pocos se preocupan por ayudarla, su llanto no se puede detener y miles de personas en el mundo miran al cielo implorando piedad mientras la inundación se lleva su casa.

Los poderosos también la sufren, nadie se salva del desconsuelo que sufre la más bella. Cansada de luchar contra millones de humanos que no la valoran, infla sus cachetes hasta que le tiemblen los músculos de la cara y resopla. Tornados, huracanes y fuertes ráfagas castigan a los desagradecidos y a los que simplemente compartimos la especie humana.

Nadie desconoce su tristeza pero la mayoría mira para otro lado. Sigue la tala indiscriminada del Amazonas y distintas selvas y bosques del mundo, las multinacionales siguen arrojando su basura química a los ríos exterminando colonias enteras de peces y contaminando el agua dulce y continuamos agravando la herida que alguna vez abrimos en la capa de ozono.

Se acerca un nuevo fin de año y es hora de que pensemos en ella. Empecemos a cuidar la vida, no solo la nuestra sino de todo lo que nos rodea. Ayudemos a la madre tierra en esta lucha, gritemos y lloremos como hace ella cuando no puede más.

22.12.09

A la espera de un día que amanezca diferente...


Se va. Ya no falta mucho para solo verle la espalda y sentir como pasa a ser parte del pasado. Otro año que me llenó de algunas cosas y me vacío de otras. Otro año para poner en la balanza y esperar con ansias que las pesas de cara sonriente le ganen a las demás.

Del día uno al día trescientos cincuenta, cambios es algo que no faltó. No se si decir que por suerte no carezco de ellos o por desgracia. Tal vez, lo más correcto es decir que es mitad suerte y mitad desgracia. Pero basta de introducciones y empecemos a balancear este año.

Que se fueron personas es verdad, algunas para siempre, otras por un tiempo indefinido y otras por un plazo bien pero bien claro. Perdí a la hacedora de las exquisiteses más recordadas de mi vida, en estas fiestas será menor la cantidad kuchen y me faltará una copa para hacer sonar pero se que al mirar el cielo veré brillar una estrellita muy lejos y sentiré toda su dulzura como si estuviera conmigo. Desde allá ella brindando con los que fue a visitar, esquivando pirotecnia y sellando sus mejores deseos con un beso al abuelo.

La despedida fue dura pero por suerte tengo un sostén hermoso que son la mayoría de los que hoy lee. Y creo que no hay mejor forma de cerrar un período que agradeciendo...

GRACIAS A MIS VIEJOS, HERMANOS Y FAMILIA: siempre en el día a día, en las cosas más duras, con la palabra justa, robándome una sonrisa en el momento indicado, resistiendo más allá de la puta economía y la dura vida en mi querida Argentina. Ustedes siempre fueron importantes: Papá, Mamá, Dami, Diego, Abuela, Tías/os, Primos/as.

GRACIAS A MIS AMIGOS INCONDICIONALES: poniendo el hombro cuando llovía en mi rostro, entregando todo en cada reunión, marcando el camino, compartiendo ideas y, por suerte, peleándonos a muerte para mantener vivo el fuego que nos une. Saben que son importantes desde un punto indefinido de mi vida, no cumplimos aniversarios de amigos pero siempre es lindo saber que estuvieron conmigo un año más: Jony, Chino, Arii, Cande, Beel, Ceci, Florii.

GRACIAS A MIS COLEGAS: ya llevamos 2 años en una ruta igual o parecida y puta madre que son importantes, las clases con cada uno de ustedes son especiales, todos poniendo su personalidad, su actitud, sus ideas, sus sueños y sus banalidades. Ya se los dije en alguna oportunidad, dejamos el grupo de estudio escondido en un cajón y somos muchísimo más que eso. Lamento informarles que se convirtieron en importantes: Pilu, Aye, Caro P., Caro R., Sofi, Emma y Agus.

GRACIAS A LOS NUEVOS PERSONAJES: con ellos el cambio fue el más radical pero por suerte no me asusté y continué mirando al frente. Así es que en este fin de año tendré más personas importantes en que pensar cuando vea estallar cañitas voladoras en el cielo. Tal vez a algunos los conozco desde anteriores fines de año pero la relación se mantiene "ahí" y espera la oportunidad para crecer. Otros son las verdaderas incorporaciones del año y les doy la bienvenida al delirio de mi vida... Nany, Caro, Romii, Juli G., Vicky, Pani, Viejo, Dani, Agus y seguramente otros que me estoy olvidando (sepan disculpar)...

¡Salud queridos! ¡Felices fiestas!

Aclaración: Que faltan nombres no lo dudo, incluso gente que no es parte de ninguna de las categorías descritas. Sepan disculpar la falta de mención explícita pero todos los que fueron invitados a leer es porque fueron tenidos en cuenta a la hora de escribir. Si no es mucha la molestia me gustaría tener una simple devolución de comentarios en el blog. No pido ningún tipo de esfuerzo solo el nombre y saber que están enterados de mis deseos para ustedes. Y a modo de promocionarme: Lean las IDEAS DE UNA IGUANA IGUANA y si les gusta o no avisen, es un blog personal pero me interesan sus opiniones, para hacer esto un poco mejor ya que disfruto mucho escribiendo.


15.12.09

Terminamos en tablas


Final es lo que algunos reclamaban y final es lo que hoy les escribo. Fue un arduo trabajo que me llevó todo el fin de semana. ¿Será que el hobbie de escritor me está consumiendo? No, nada de eso. El trabajo no comprendió ninguna actividad relacionada con la escritura. Durante estos días, me encargué de vivir y morir, de perder y ganar, de hablar y callar, de buscar y encontrar.

Final feliz o triste, eso lo decidirán ustedes. Lo que realmente valió la pena fueron unos minutos de charla seria mientras a nuestro alrededor el barrio se vestía de fiesta. Todos esperaban al campeón y yo jugaba por no descender. Buscaba un punto para quedar al borde de la tabla de posiciones, colgando de un hilo, pero presente.

Ella y yo una vez más, cara a cara. Cientos de veces estuvimos a una distancia menor pero, esta vez, los 60 centímetros de la mesa me alcanzaban para sentir un poco de vértigo. El SAMSUNG no paraba de pasar de mano en mano, mientras un nudo en el estómago se encargaba de recordarme segundo a segundo que estaba allí para obtener respuestas contundentes y nada vagas.

Tantas horas imaginando el diálogo para que en ese momento todas las versiones armadas huyan a través del sudor de la sien. Un cerebro vacío y nervioso versus una mirada penetrante y templada eran los protagonistas de la cita.

Los nervios y las ansias comieron mi persona y por eso será que poco y nada recuerdo de lo hablado. No niego que en mi desolada mente existía un tablero de ajedrez donde, sin táctica previa, movía mis piezas pero lejos estaban las chances de vencer a las poderosas figuras de mármol blanco.

Los minutos se consumieron con la misma rapidez que se esfumaron nuestras tardes juntos. Y la respuesta contundente ya estaba sobre la mesa mucho antes de lo esperado. Sorpresa es algo que realmente le faltó al encuentro pero nada impidió que, al finalizar la partida, los jugadores estrechen sus manos y en tibias sonrisas dejen grabada la promesa de trazar rutas separadas pero paralelas.

8.12.09

¿Y si no eras vos?


Meses pasaron para que te des por enterada de mi existencia. Desde un lugar oscuro me encargaba de asomar la mirada para verte aunque sea solo un instante. Y cuando digo la palabra meses, no exagero aunque para mi fueron eternos.

Por fin esa etapa llegó a su fin y no solo comenzaste a tenerme en cuenta en tu vida sino que me colocaste en un lugar importante, al menos eso creía yo. Las sonrisas más lindas me las regalabas a mí, las palabras más dulces tenían el mismo destino e incluso los besos que más recuerdo hasta el día de hoy me los diste vos.

Como suele suceder en las novelas tradicionales, el nudo, fue el tramo más largo a recorrer. Allí es donde se suceden irrepetible cantidad de veces las alegrías y las penas de los personajes. Llorar, reír, enojarse, perdonar, lastimar, juntarse y separarse son apenas algunas de las cosas que pasaron en la historia. Las situaciones más serias y las más absurdas las pasamos juntos hasta que vos decidiste separar los caminos.

Otra interminable cantidad de meses pasó desde esa indeclinable elección. Desde aquel día me propuse volver a juntar las historias una vez más. Ya estoy desgastado, flacucho, con hambre y sueño que por momentos no me dejan pensar. Por cuestión de perseverancia será que aún sigo luchando por que tu pluma escriba junto a mi humilde birome pero cada vez es más usual que en mi cabeza me pregunte ¿Y si no eras vos?

28.11.09

Cruda


La noche pintaba para tormenta. Un cielo rosado amenazaba con no dejarnos llegar secos al lugar pactado. Arreglos previos para configurar la salida y esperar.

El pitido del reloj se hizo notar en el silencio de la casa, la noche estaba naciendo y me solicitaba amablemente que salga a conocerla. Así fue, me vestí con algunas ropas pintorescas y emprendí el viaje. Ya estaba pactado el encuentro con amigos, la cita con alguna muchacha semi desconocida y gastar dinero con el fin de ayudar a los organizadores.

La luna sonrío desde las alturas y guiñando un ojo, nos dio la señal de que ella no se encargaría de empapar la escapada nocturna. Algún energizante previo para contrarrestar el cansancio de la rutina y a enfrentar la situación.

El lugar, como todos los de su estilo, era oscuro con lucecitas de colores que desarrollan la imaginación a un nivel extremo. Sobre una de las paredes se podían ver pintorescos cuadros con reconocidas personalidades mundiales y/o argentinas y sobre la otra desfilaba un arsenal de botellas de distintos colores.

No era el primero en llegar y por lo tanto tuve que emprender esa ardua tarea de saludar y poder comunicarme con los conocidos que ya están en la fiesta y poco les interesa tu humilde pregunta de "¿Cómo estás?".

Ahora sí, ya estaba en el baile y no había vuelta atrás. De esta forma y, en parte, cumpliendo con uno de mis objetivos de la noche fue que llegó ese pequeño vaso lleno de un líquido para nada espeso e incoloro. A la cuenta de tres ya no quedaba nada en el recipiente plástico y un fuego interno me invadía.

Algunas canciones no reconocidas por mi biblioteca musical pasaron por mis oídos y así fue que llegó la segunda oportunidad de enfrentarme a esa bebida que tiene la capacidad de prender fuego el interior de las personas.

La noche seguía avanzando y nuevos amigos piden sumarse al ritual. Como buen anfitrión accedo a acompañarlos y así llegué a un tercer enfrentamiento cuerpo a cuerpo con eso que escuché llamar Tequila.

Ya los reflejos no eran los mismos, comencé a desarrollar mi capacidad de enlazar palabras a una velocidad fenomenal donde es difícil entenderme y las luces complicaban mi estadía. La fiesta transcurría en paz, los amigos disfrutaban de sus conquistas a mi alrededor, alguna muchacha con bajones, por ver a un ex-novio sin tacto que disfrutaba de los labios coloreados de otra, y un nuevo round entre yo y ella. Sin aviso previo me abalancé sobre ella y así conseguía derrotarla por cuarta vez en una noche.

Ahí empezó el show, la capacidad de velocidad ya no solo estaba en las palabras sino en el ritmo del cuerpo. Esto, sumado a algunos hits que marcaron etapas previas de mi vida, se encargó de sacar el diablo afuera.

Esto ya es muy extenso y no creo que les importe mucho más como siguió la historia, pero no puedo irme sin aclarar que no hubo mayores excesos, excepto desborde de risas. La lucidez se mantenía a pesar de que nada estaba en su lugar y así llegué a estar con un lindo mambito dando vueltas en la cabeza que me trajo hasta el teclado y me pidió dejar un registro de la noche en que le rendí tributo a nuestros hermanos mexicanos. ¡Salud y larga vida al tequila!

24.11.09

El mundo siguió.


Miles de situaciones, a lo largo de mis diecinueve años, me hicieron creer que el planeta Tierra frenaría su loca carrera del tiempo y quedaría allí, estancado para siempre. Pero nunca se llegaron a concretar esas creencias, tal vez, absurdas.

Pasaron ya años de aquella pérdida irreparable que pensé que nunca superaría. En ese entonces tenía unos cortos once años y él se fue dejándome el sabor dulce de los caramelos que compartíamos por las tardes y una promesa sin cumplir: "Cuando vuelva a casa vamos a jugar un partido de Chinchón". Esa partida nos está esperando en algún lado, pero el mundo siguió.

Transcurrieron varios años más, viendo como el universo estacionaba por un momento y próntamente retomaba su marcha. Y de esa forma llegó una nueva frenada que dejó marcadas las cubiertas sobre el asfalto. Fue el momento de despedirse de un combo gigante de cosas que eran prácticamente todo en ese presente. Crecer, abandonar la segunda casa que fue el colegio, dejar de disfrutar las buenas y luchar en las malas con un grupo de personas grandiosas, perder a los maestros que no sólo se ocupaban de la matemática y literatura sino que siempre tenían tiempo para preguntar "¿Cómo estás?". Tuve la suerte de salir por la puerta del frente y con la esperanza de que el mundo haya decidido estacionar allí, pero el mundo siguió.

Un tiempo después, el día a día me mostraba las razones por las cuales, el mundo, había decidido continuar su marcha. Mañanas, tardes y noches compartidas de a dos, robándome sonrisas a granel, llevándome a lugares nunca antes explorados, con sensaciones de lo más sanas y reconfortantes. Un viaje cósmico que por alguna extraña razón incomprendida volvió a detenerse. "Bajá acá" parecieron ser las palabras del chofer, lo dijo con expresión de tristeza y dolor. Yo accedí a la orden y en el mismísimo instante que pisé la acera me di cuenta que el mundo seguía aunque yo quiera quedarme allí.

Exactamente un mes atrás, otra pérdida de esas irrecuperables golpeó en mis costillas. Está vez no se llevó una promesa sin cumplir, se fue con un adiós sordo. Dejó una enorme cantidad de chucherías y diecinueve años de recuerdos que vivirán por siempre. Esa mañana, mi mundo volvía a paralizarse sin ninguna señal de reactivación. Sin embargo, imaginarán que el mundo siguió y hoy estoy escribiendo, para mí y para ustedes, con nuevos desafíos por enfrentar y esperando que el mundo vuelva a poner el freno de mano.

19.11.09

Tiempos...



El brillante sol marca la pronta llegada del verano. Apenas un poco más de un mes para la llegada de la estación caracterizada por cuerpos bronceados y piletas repletas.

Puedo ver, por la pequeña grieta que deja la cortina, que afuera es muy distinto a adentro. Sol, arbustos que vibran según la intensidad de los vientos, pajaritos que pasan de rama a rama y regalan alguna melodía aguda. Nada apura los tiempos, todo a su momento.

Al interior las cosas son un tanto diferentes. Luna en su fase de total oscuridad, sombras convertidas en los peores fantasmas del presente y solo el incesante zumbido de un mosquito molesto interrumpe el silencio. Los tiempos se encuentran completamente acelerados por la rutina, las obligaciones, el carácter cambiante de mis pares.

Parece que nada, en la vida del ser humano, da la paz que tiene una fruta para madurar.

8.11.09

Desde el cuartel...


Escribir por el simple placer que me reporta escribir. Eso es lo que está pasando en este momento. Si bien hay alguna línea a seguir que recorre el umbral de las ideas no tengo una "necesidad" de escribir, pero si unas ganas que no se de donde provienen.

Pasa el tiempo y la situación se complica, cada vez, un poco más. Tenerte lejos ahuyentaba los fantasmas, me daba cierto anonimato para moverme entre los rayos del sol. Te fuiste acercando con esa mirada que sabe como hacerme temblar y así estamos en este preciso momento.

Vos en tu camino, del que bastante poca información tengo. Y yo en el mío, temblando. Poco se de tu presente pero mantengo marcadas a fuego las imágenes del pasado donde tu risa y la mía se fundían en una sola.

Temblando, pero con el traje de guerra en la mano, esperando ver esa luz que marque la llegada del momento de actuar. Ese día el temblor será más intenso, pero definitivo, y los resultados, como en un clásico juego de suma cero, son dos: triunfo o derrota.

Ese soy yo hoy, ahora. Y como bien alguien supo resumir mi situación: "Con esta hasta el final, quizás refugiándose, planeando todo como un superhéroe, se logre eso"*.



*Frase que me regaló Matias Panisello.

1.11.09

Pega esta vida, te lleva al rincón...


Pasaron días desde la última vez que les dejé unas palabras y con esos días se cerró el capítulo número diez del año. Pasaron varias cosas en este tiempo y mi rostro supo regalar sonrisas y lágrimas al viento.

Se avecinaba una partida muy dolorosa y mientras no me dedique a escribir para ustedes estuve despidiéndome. Ahora ya pasó un poco más de una semana de ese pasaje a una mejor realidad y me siento en condiciones de volver a relatar algo no tan tristón como suelen ser las despedidas de un ser querido.

Esas pérdidas inevitables que vemos repetirse de forma cíclica en nuestras vidas son como cachetazos de un gigante pero también son enormes lupas que nos hacen ver en tamaño EXTRA LARGE a quienes están a nuestro lado, tirando para arriba, secando perlas cristalinas y robando sonrisas en la oscuridad.

Esos personajes que hacen una comedia en medio de la tragedia son realmente sorprendentes. El que parecía ser un simple extra te da un abrazo paternal y presta su camisa para que las lágrimas pongan fin a su recorrido. Quien ya había renunciado a su papel de protagonista, aparece vestida de gala para deslumbrarte una vez más y demostrarte que sigue estando ahí tan vigente como en las viejas épocas. Y claro, no podía ser de otra manera, los actores principales y protagonistas, ya sean de la nueva temporada o de las anteriores, demostraron que cuando se necesita de una gran actuación ellos estarán a la altura de las circunstancias para que ese capítulo horrible de la historia sea, al menos, un poco más agradable.

De esta manera se abre el telón del capítulo décimo primero del año, confirmando que hay un elenco numeroso y de una calidad humana increíble. No hay palabras para felicitarlos por esta actuación y sacar adelante este nuevo episodio de la novela de mi vida.

14.10.09

10, 9, 8 ....


Las circunstancias provocan que empiece a odiar las noches. La casa en silencio, el perro al pie de la cama y yo con un desorden de ideas que no me permite disfrutar de la aparente calma que me rodea.

Ya no tiene sentido estrellar los nudillos contra la pared o derramar lágrimas en silencio, está todo dicho. La cuenta regresiva comenzó, como en las películas, el tiempo no se detendrá y la bomba está por estallar.

Que lástima que en esta película no hubo presupuesto para contratar al héroe que sabe cuál es el cable a cortar y transforma las caras de espanto en sonrisas interminables. Esta vez, cuando la cuenta llegue a cero no habrá nada más por hacer y sólo me quedará despedirme.

La vienen a buscar sin prisa pero sin pausa desde algún paraje desconocido, fue durante un largo tiempo mía que ahora debe ir a cuidar de otros, a preparar delicias para quienes ya no tienen hambre, sueño o frío.

No se a donde me dirijo con estas palabras, me importa poco la belleza literaria de estos párrafos, el blog recupera su objetivo primero y mansamente deja que impregne en él todo lo que siento. La idea de dejarla para siempre rompe un poco mi armadura, me lleva a desnudarme ante ustedes.

Parece que no alcanza con soportar los vaivenes de lo que siente un adolescente por si solo que hay que luchar con factores externos que se empeñan en tirarte abajo. En esta noche de octubre me encontraron desprevenido y toqué el suelo. Por suerte no dejo de escuchar las voces de aliento y las manos que ayudan a levantarme.

6.10.09

Anhelos de la adolescencia


Oscuridad, una cálida cama, cansancio y varios más son los elementos que producen a la musa inspiradora de este nuevo texto. Hace días que tengo ganas de regalarle unas letras a ellos, que se encargan de mantenernos un poco vivos, de asustarnos, de advertirnos, de recordar a viejos personajes de nuestra historia e incluso de sacarnos una sonrisa.

Todos soñamos y nadie lo puede evitar. El problema es que la mayoría de las veces soñamos dormidos y corremos el riesgo de no recordar lo que nos pasaba en ese cortometraje imaginario. Parece un riesgo tonto y sin importancia, pero no nos damos cuenta que no recordar un sueño puede significar grandes pérdidas o ahorrar alguna desilución...

Con ese sueño que no memoramos podemos dejar ir la chance de conquistar a la muchacha que en la realidad se caracteriza por mirarnos con indiferencia o podemos perder la viva imagen de ese ser querido que pasó a un mundo mejor hace un tiempo. También, durante el descanso podemos cruzarnos con un anti-sueño, las llamadas pesadillas, donde mejor no recordar esa larga caída por un interminable túnel negro, el encuentro con los personajes del último film de terror visto o las desgracias menos deseadas sufridas en persona.

Después de todas estas cosas me convenzo, una vez más, de que los sueños verdaderamente importantes son los que padecemos cuando estamos bien despiertos. Lo que realmente vale es soñar mientras caminamos por las calles, viéndose en una esquina tomando un helado con la chica de los sueños, saltar el pozo negro que no tapa la Municipalidad y pensar en que mañana vendrán gobernantes que "hagan algo". Mirarse en el espejo y encontrarse a uno mismo pero con objetivos, que pretendemos alcanzar, ya cumplidos... Título en mano, familia formada, un país mejor...

Será mejor que me vaya a dormir, no sea cosa de que por tanto soñar despierto me aleje de la realidad y no pueda volver.

30.9.09

Mea culpa


Una vez más el muchacho se encuentra en su refugio. Sabe que mañana tendrá, inevitablemente, que cumplir con sus obligaciones. También acepta que es tarde y debería estar con las luces apagadas y los párpados cubriendo los ojos pero no quiere dar por terminado el día sin plasmar lo que le está pasando.

Ya se sabe que esto es Argentina y, en este momento, no somos un país modelo. Todo lo que uno quiere está al final de un camino muy empinado, que muchas veces nos invita a quedarnos a un lado. Tal vez, mientras todo pasa a una distancia considerable de nosotros no nos damos cuenta o, mejor dicho, no nos conviene prestarle la atención que merece pero los problemas están y las falencias existen.

Una realidad que nos lleva a padecer muchas situaciones de las que no somos principales responsables y que tampoco podemos solucionar por sí mismos es la que hoy le da al joven un motivo para escribir. Los duros tiempos golpean de cerca y siente la necesidad de gritar, de no callarse, de abrir los ojos de quienes tienen que actuar y no lo hacen, de mostrarle a éstos que el poder judicial es el hazme reír de quienes tienen que ser juzgados y que el sistema penitenciario no cumple sus funciones sino que empeora las cosas.

Esta realidad detestable es la que lleva al ex-niño a un estado de malestar general consigo mismo por sentirse inútil, por creer que no puede hacer nada, por tener que aceptar que refugiándose en sus textos no conseguirá nada. Todo este rejunte de mierda (no encontré otra palabra más adecuada) es lo que lo lleva a descargarse en el día a día, paso a paso. Es en ese momento cuando pagan los platos rotos los que no fueron parte de este patético almuerzo. En ese preciso instante, los gritos reprimidos por no encontrar al destinatario que los merece, se escapan e impactan en la cara de los que en realidad están a nuestro lado estirándo una mano para que podamos salir de este duro presente.

Todo esto es lo que motivó, hoy, al escritor para dejar unas nuevas líneas antes de disfrutar de un placentero descanso. Se dio cuenta de que unas cuantas veces le pegó palazos a quien no los merecía y por eso escribe, con el fin de solicitar sus disculpas.

20.9.09

Fechas célebres


Una canción alegre endulza mis oídos. Como de costumbre, la luz natural ya no existe en este lado del mundo desde donde escribo. Sentimientos encontrados por doquier son los que se amontonan en el umbral de las ideas para quedar plasmados en esta nueva entrega. Voy a necesitar de alguna habilidad especial para poder escribir sobre lo que quiero en este momento y no sobre todo lo que anda rodeandome.

Estuve alejado del mundo de mis textos y ahora que lo pienso me doy cuenta que motivos para escribir no faltaban. Volví a sufrir por miedos que ya creía superados, una vez más dejé que un río surcara mis mejillas e irrité mis "ojos verdes" por intentar detener un torrente de lágrimas.

Cuantas cosas que pasaron y yo sin dejar fluir eso que trato de dejar acá. Tal vez, en esas noches que la cabeza quiera viajar por el pasado pueda volver a sentir lo que sentí en estos días y lo capte a tiempo para dejarlo registrado. Si me esfuerzo, puedo verme caminando por las calles del barrio armando frases que luego tendrían que haber quedado acá pero por equis motivo no están y ahora solo quedaron los recuerdos.

El reloj de agujas se empeña en mostrarme que la más chiquita de ellas está por llegar al siguiente número, ya hace casi una hora que doy vueltas al relato sin encontrarle el punto justo en donde cerrarlo. La canción alegre ya mutó una considerable cantidad de veces, las ventanas abiertas en mi monitor bajaron las persianas y creo que llegó la hora de imitarlas.

Abandono la escritura para dedicarme a soñar y despertar mañana con la primer brisa de la Primavera. Salir a gritarle Feliz Día a todas las flores y a todos los estudiantes, y sonreír por disfrutar de un nuevo 21 de Septiembre...

9.9.09

Aire fresco...


No es escapar lo que quiero. Tampoco quiero desenchufarme, eso sería alejarme de la energía que me motiva y claramente no es eso lo que pretendo. Quiero simplemente ejecutar el agradable verbo de "viajar".

El que me diga que no le gusta viajar que alce su mano. Es una acción que siempre, al menos en mis experiencias, deja un considerable saldo a favor. Lares extraños, conocidos parcialmente o en los que estamos tan orientados como si fuera nuestro humilde barrio natal. En todos, hay cosas lindas, o no tanto, que nos quedarán grabadas en algún rinconcito de la memoria.

El exterior, el interior... todo se conecta. Si pretendemos disfrutar de la expedición, el exterior, el nuevo entorno que nos rodeará por un tiempo podrá sintonizar perfectamente con nuestro interior, con las ideas, con los sentimientos.

¿Qué importa si el nuevo destino es una gran ciudad, un humilde pueblo, un ranchito en medio de un extenso campo verde? En todos los lugares podemos empaparnos de conocimientos, de cultura, de buenas acciones, de broncas ajenas por lo que no se hace bien, de sonrisas y quejas.

Siempre que se de una oportunidad viajemos, conozcamos. Nunca estará de más ver una realidad diferente. Viajar con la familia, con amigos, con conocidos y hasta con desconocidos deja agradables marcas en las grietas del cerebro.

Ahí viene... abre la puerta y me invita a subir. Un nuevo transporte que me convertirá en suyo, me acobijará por un tiempo y luego me empujará a conocer un punto geográfico distinto. No hay más tiempo, tengo que irme. Pero volveré.¿Después de todo este es mi lugar, no?

31.8.09

Distintos es lo mismo...


Otro atardecer que se pierde en la pared del fondo de mi casa. Otra esfera anaranjada que va desapareciendo al rozar la medianera. De esta forma van llegando a su fin todos los días, desde antes de mi existencia que supongo que es así, y no es lo único que se mantiene a lo largo del tiempo.

Los hombres y, más precisamente, algunas de sus actitudes más reprochables son las que también están marcadas a fuego en la cotideaneidad. Hace unos días que esta idea merodea por mi cabeza, golpeando la parte interna de los parietales para salir y aspirar un poco de aire fresco.

Nuevamente, en mi día, hace su aparición esta actitud humana que no puedo asimilar después de convivir con ella la totalidad de mi vida. Otra vez, me rodean situaciones indignantes en las que una persona disfruta de ser diferente a otra creyendo que está un escalón más arriba.

Al pasar por la puerta del colegio están esos personajes insensibles que señalan con el índice y muestran sus blancas sonrisas al referirse al "gordo", al "cuatrochi" y, porque no, al "bizco".

Seguís dando pasos por ese barrio tan tuyo y tan extraño, y te encontrás con las señoras que simulan pertenecer a la alta sociedad, ellas a pesar de estar ya marcadas por el paso del tiempo conservan la esencia de esta actitud desagradable. -"Cuidado Mirtha! Ese que viene ahí seguro nos roba. Tiene un buzo sucio, zapatillas gastadas... pinta de chorro"

Y así miles de imágenes reprochables se cruzan en mi cabeza. Lo sufre el gordo, el flaco, el negro, el pálido, el pobre, el que estudia, el desocupado, el enfermo. Lo sufrimos todos. No nos riamos de las diferencias de los demás. No somos todos iguales y no tenemos porque serlo, aceptemos al del al lado y de una vez por todas erradiquemos la DISCRIMINACIÓN.

22.8.09

-------->Al revés<--------


Otro sábado en el que, a mi nombre, llega una infracción de tránsito. Siempre rompiendo la misma regla, una vez más estoy a contramano. No lo puedo evitar, consigo bajar mi velocidad hasta cumplir con la máxima permitida, realizo paradas en los lugares permitidos pero no puedo evitar ir en contra de la manada.

Y no me jacto de ser un rebelde que rompe las normas. El rebelde de mi estilo tiene puntos débiles muy fáciles de encontrar y no la pasa bien siempre que enfrenta a la mayoría. Se sufre, se lamenta, se llora, se enoja y todas esas sensaciones que están lejos de arrancar una alegría.

Es sábado y todos van para allá. ¡Que felices que se los ve! Yo voy para el otro lado, con la mirada perdida, sin rumbo y con una leve sensación de que estoy en un lugar equivocado. Uno no elige a la familia y tampoco elige la época que le tocará vivir.

No es la primera vez que quien escribe estas líneas se siente perdido, siente que forma parte de una generación que no encastra con sus intereses, diversiones, valores. No puedo quejarme de lo que soy parte, ¿o si?

Formo parte de una adolescencia que no comparte nada conmigo, no me integra, no me acepta como miembro. Escuché por ahí que hay que cumplir ciertos requisitos que no cumplo. Disfruto de respetar a las personas, no me causa gracia ingerir litros y litros de sustancias perjudiciales para la salud, valoro las buenas intenciones y demás actitudes y acciones que parecen no ser importantes en mi entorno.

Señor lector, no intento que acepte mis tontos razonamientos sobre lo que algunos se empeñan en llamar los jóvenes perdidos. Tampoco considero eso, no tenemos una juventud perdida pero tampoco tan encontrada. Soy de los que me desencuentro facilmente y que me lleno de alegría cuando a mi lado aparece otro compadre perdido. Por suerte, para evitar mi desánimo en el camino van llegando esos vagos que nos mantenemos al costado del camino y resistimos hasta que se nos abra la puerta de la plena y aburrida adultez.

16.8.09

Juego de no tan niños


"Al don, al don, al don pirulero..." ¿A alguien le suena? A mi sí, recuerdo tardes con mi abuela saboreando ese budín que aún hoy sigo prefiriendo sobre cualquier tipo de galletitas envasadas en papeles coloridos. Entre bocado y bocado, escuchaba esa voz alegre y cansada del día a día.

Hoy, no era esa parte de la letra la que me hacia ruido en la cabeza, sino lo que sigue. ¿Se acuerdan? "...cada cual, cada cual, atiende su juego." Estoy seguro de que la abuela nunca pensó que esa canción iba a ayudarme a describir lo que pasa a mi alrededor dieciocho años después.

En mi país, por no generalizar en el mundo al cual no conozco en detalles, ya hace rato que se ven a los que atienden su juego. Y las prendas que eligen para los demás cada vez son más costosas. Ya no importa si se pagan con dinero, con sudor, con lágrimas o hasta con sangre. Lo importante es no perder de vista el juego propio y si podemos distraer al de al lado para que tenga que pagar con una jugosa prenda mucho mejor.

Todo eso es lo que veo a mi alrededor. Cuando el zorro en vez de realizar la multa correspondiente me guiña un ojo es porque está atendiendo su juego. Cuando la gente camina con la frente en alto, para no ver al nene sucio y mal vestido que pide un miñoncito para callar el ruido d la panza, está atendiendo su juego. Cuando la elegante empresa recién llegada del viejo continente deja sin trabajo a mi tío está atendiendo su juego...

Una nueva merienda me espera, el budín de la abuela sigue presente y "Al don, al don, al don pirulero. Cada cual, cada cual, atiende su juego y el que no, y el que no una prenda tendrá"

5.8.09

Grandulón


Otra madrugada que me encuentra tirado en la cama, con las luces apagadas pero sin sueño. O tal vez ocultándolo. Los días pasan y me doy cuenta que se los devora la cotideaneidad. La rutina es mucho más poderosa que los eventos anormales y los convierte en algo casi imperceptible.

Hace poco más de 3 semanas que me jacto de que soy un trabajador. Y hace más o menos ese mismo tiempo que estoy sumergido en una vida rutinaria en su totalidad. de pronto, caigo en la cuenta que voy camino al vigésimo aniversario de mi vida, de que estoy creciendo y que las cosas que hasta hace dos años atrás eran color de rosas empiezan a tomar un tono grisáceo.

"Estás creciendo." Fue la frase salvadora que dispararon algunos y que mi cabeza no tardó en dar por válida. Crecer, crecer, crecer. Esa es la palabra que me ayudó miles de veces para alcanzar un objetivo y que sigo recordando cada vez que un nuevo obstáculo interrumpe mi camino.

¿Qué tan duro es crecer? Hasta ahora, siempre que alguien me decía "Que grande que estás" Yo simplemente sonreía, me ponía colorado y asentía con un leve movimiento de cabeza. Ahora la frase "Ya estás grande" tiene otras intenciones, a veces no se como tomarla, que sentido darle y para donde correr.

El precio de crecer es olvidarse de los grandes soldados del pasado. Al menos eso siento por momentos. Habrá que dejar de tomar la chocolatada con el amiguito de turno, esquivar las invitaciones para reír todos los días, dejar de perfeccionarse en ese hobby que tantas sonrisas y disgustos nos robó.

Es tiempo de preocuparse por las malditas finanzas, de empezar a desarrollarse con nombre propio, soltar la mano de mamá y cruzar las avenidas de esta accidentada ciudad.

Escribo sin rumbo, ya no se como darle un cierre a este relato nocturno que se comió algunos minutos de la oscuridad que me rodea. Llegó la hora de dejar de escribir y sumergirme en los sueños, que esos sí, no los pierde ni el más viejo de los hombres.

19.7.09

Hay un lugar para vos


Otra vez frente al monitor dándome manija, pero hoy no vengo a quejarme porque mi corazón está solo sino porque, al contrario, está muy acompañado. La situación que pretendo describir y transmitir a ustedes mediante este texto es una que puede ser rescatada de un día cualquiera pero también cualquier día se puede convertir en especial...

Una vez más, sentado en mi lugar de la mesa, ese que está frente al televisor y cerca de la heladera. A la derecha está él, el que me banco siempre, el que aunque esté en desacuerdo siempre me dio una mano, el que tiene toda mi confianza y puede decir lo que estoy pensando antes de que pueda darlo a conocer en voz alta.

Enfrente veo a esas dos muchachas con las que por cuestiones no muy claras no llego a compartir todo lo que me gustaría pero cada vez que estamos juntos no nos olvidamos de preguntarnos "¿Cómo anda tu vida?¿Qué contas?". Y en ese momento es cuando reconfirmo que el lazo que nos une está intacto, sacamos a relucir toda la confianza que nos tenemos y contamos descaradamente los golpes que nos dio la vida y las veces que le dimos vuelta el partido.

Y a la izquierda, mientras giro la cabeza veo que no faltaron esos inadaptados que critican al por mayor, que roban sonrisas en cualquier momento, a los que sacarles el último dulce no es un delito sino una gran victoria que recordaremos por mucho tiempo y nos reiremos diciendo "Que hijo de puta, que bien que la hizo ese día."

Estaba disfrutando tanto de ellos que me había olvidado del pequeño SAMSUNG que brillaba sobre la mesa. Como por arte de magia o más bien como un reclamo por no tenerlo en cuenta empezó a vibrar y cantar. Al ver quién era el que había provocado esa reacción en mi celular se empezó a dibujar una nueva sonrisa en mi rostro.

La que llamaba era ella, esa amiguita con la que empezamos hace poco a recorrer un camino juntos pero parece que venimos pateando desde hace rato por los paraísos y pantanos de nuestras vidas. Y después de un caluroso saludo y demás, me contó que estaba con esas loquitas lindas que también son parte de mi día a día hace poco pero que venimos creciendo juntos y vamos a llegar lejos si el destino no nos juega una mala pasada.

Corté el teléfono y antes de volver a depositarlo sobre la mesa, aprovechando que ya lo tenía en la mano, busqué el número de aquella persona con la que compartí 19 años, casi sin perderme nada. Esa persona con la que compartí desde paseos en el cochecito para bebés hasta unos ricos tragos en algún boliche. Obviamente en el medio de eso pasaron miles de cosas y por eso mismo era imposible no saludarnos un día como hoy.

Ahora sí, basta de llamados telefónicos por hoy, los aborrezco y dos al hilo es algo que pocas veces se podrá apreciar en mi rutina. Me doy cuenta de que mientras hablaba con esos personajes de mi historia, en el comedor eramos varios más, había llegado un puñado de esos "psicópatas delirantes" que tan feliz me hacen.

Me quedo con la vista clavada en un punto fijo, ni muy alto ni muy bajo, ni cercano ni lejano. Una pesada mano impacta en mi espalda y una voz salida del mismo sujeto golpeador dice "Eu! ¿Que te pasa?"
Lo miro y sacudiendo la cabeza respondo "Nada, nada. Me colgué." Pero yo se que si me pasaba algo. Me estaba dando cuenta que tengo unos amigos de la puta madre. Y ya a esta altura no me importa si las palabras arruinan el relato, lo importante son ellos y que los tengo y puedo decirles una vez más, FELIZ DÍA.

11.7.09

El motivo más abstracto


Otra noche de sábado que debido a la "paranoia" sanitaria hay que pasar en casa. No es que me alejo de mí para decir que si las circunstancias fueran otras estaría de joda pero tal vez no estaría acá escribiendo.

Se me hicieron largas las 23 hs. que pasaron de este día pero en este momento vuelvo a recordar lo mismo que recordaba ayer durante el atardecer. Ya hace rato de esto pero me acuerdo perfectamente de esa tarde de verano en la que sus labios, antes tan disfrutados por los mios, se separaron para emitir las siguientes palabras: "-- -- ---- ---"

N
unca pensé que esas palabras que pasan casi desapercibidas cuando están separadas sean tan recordadas cuando se juntan.

Otra vez sentí las piernas temblar, las palabras que llegaban a la campanilla giraban 180º para esconderse en la garganta fría a causa de un helado recién disfrutado

Desde ese momento una fecha insignificante pasó a marcar el fin de una etapa.

Así determinó lo mejor para los dos, sin consulta previa pero con gran convicción.

Puede ser que haya sido responsable de que desinflara mi pecho con esas palabras pero sigo sintiendo que había términos medios.

A partir de esa frase cambió todo. ¿Podremos volver a disfrutar de un momento juntos?

Raros fueron los minutos posteriores y raros siguen siendo los días del presente.

A pesar de sus firmes palabras me empeñé en tratar de cambiar una decisión ya tomada.

Más allá de lo duro que fue escuchar eso, el corazón sigue latiendo agitado cuando se cruza en mi camino. Por algo le dicen "bobo".

Aunque muchos de los míos y de los suyos recomiendan el "ya fue", yo espero algo más que esa frase con la que fui derrotado la tarde de verano que se enfrío más que Bs. As. el 9 de Julio del 2007.

S
i los resultados no se pueden cambiar, solo espero que la frase para llegar a tal desenlace sea otra, un poco más convincente.

"No da para más" fue lo que escuché aquella tarde.

6.7.09

¿Quién si no es ella?


Abrí los ojos y la luz del día empezó a penetrar en mi cuerpo. La frazada como de costumbre estaba a un costado de mí, sin cumplir su función de darme calor. La mesa de luz, una vez más, se encontraba en un perfecto desorden: libros por leer, una lamparita quemada, un despertador al que le fallan algunas lucecitas y cuesta entender que hora es y un celular que no recibe ningún contenido interesante desde hace meses.

Comienzo a despegar el cuerpo del colchón y veo que debajo de este semi mundo cálido y acogedor que llamamos cama, se encuentra otro frío y más extenso que se encuentra en igual o peor caos.. Las zapatillas todavía con los cordones atados buscan su par, el almohadón que funciona como objeto de decoración en la cama se encuentra allí abajo estirando una de sus puntas para que lo ayude a subir y la ropa anda por ahí tratando de formar un cuerpo entero.

Ya las pupilas se dilatan al máximo, por la ventana entra esa batería gigante que suelo considerar al Sol. Puedo ver un poco más allá. Está la mesa de trabajo o simplemente el escritorio, otro universo en problemas tal como muestran los noticieros a nuestro mundo. Allí los que luchan por una porción de tierra, o mejor dicho de madera, son los discos musicales que me sacaron una sonrisa la noche anterior, el lapicero con todos sus inquilinos que permiten expresarme, las llaves que me dan una chance más de estar en mi casa y el portasahumerio con un suicida ya consumido que aromatizó mi cuarto hace unas horas atrás.

Mientras enumeraba todas las cosas que me rodean, mi cuerpo con un ritmo un poco simpático y un tanto torpe terminó de reincorporarse. Ya lo único que queda besando el colchón son las piernas. Y si, por fin mis ojos se cruzan con lo más importante que podía encontrar en esta mañana a mi alcance. Ahí está ella, con una mano cálida apoyada sobre uno de mis tobillos recubiertos por la sábana. Mi vieja, con una sonrisa pícara que se desarma para darle forma a las siguientes palabras: -Dale, levantate. Son las 12 y ya te preparé la chocolatada con tostadas.

28.6.09

Sunday bajonero...


Otra vez...

Cuando creo que ya no está más... ya me sentía libre del bajón pero me equivoqué, la condena es un poco más fuerte, más larga. Me había olvidado que soy argentino y aquí las cárceles no reconstruyen vidas sino que terminan de destrozarlas.

Ya te habías ido, ¿qué hacés acá otra vez? ¿Por qué volvés? No era necesario que te des otra vueltita por el barrio del ayer, estábamos bien sin vos o al menos eso me esforzaba por creer. Habíamos firmado la paz, nunca la cumplimos (otro rasgo del gen argento) pero el acuerdo estaba, no sólo tácitamente sino con una foto y un caluroso apretón de manos.

Es tu culpa que este domingo sea bajonero, es tu culpa que otra vez no sepa para dónde correr. Necesito de vos, ¿vos necesitás de mí? Quiero hablar con vos, ¿vos querés hablar conmigo? Quiero que alguien o algo me deje las cosas en claro, ¿podrás ser vos?

Antes de todo eso... ¿Te acordás de mí?

24.6.09

Tener el Cocoloco te lleva a esto...


Lo que hoy me llama a escribir no son mis males sentimentales o mis deseos de descarga a tierra, sino el aburrimiento. Él, es un gran compañero pero como todos hay momentos en los que se pone un poquito "rompebolas" y hay que darle salida... éste es uno de esos momentos.


Y como no hay una musa inspiradora que me ayude a relatar esas cositas que ustedes leen por acá voy a desarrollar un relato un poco más banal, algo que sea más amigable a los ojos y no sea el típico relato bajonero que vienen padeciendo. Simplemente lo que van a leer a continuación son las 3 (tres) flasheadas más grandes que me acompañan desde chiquito y aún hoy sigo padeciendo, aunque alguna, con menos frecuencia.

Antes de arrancar les comento que esta temática sobre mis flasheadas se debe a que las personas de las que estoy enterado que leen son en mayoría nuevitos en mi vida y es probable que al leer esto me dejen de hablar por estar un poco loco.

1)
No existimos: Tal vez, el flash más existencial de mi vida es esto de por momentos pensar que no existimos. No es que no crea en mi mismo, en mis viejos, en mis amigos, en quien alguna vez recibió un "mi amor" de mis labios sino que a veces cuando camino por las calles pienso en que no somos reales. Somos los personajes de un gran escritor superior, como los que alguna vez creó Sábato y Cortázar o como los que crea Bersuit, Calamaro y hasta mis queridos Pampa Yakuza para sus canciones. Y este flash sale de mi lado más ateo, esto lo aclaro para que no crean que alguna de esas sectas religiosas me metió la idea en la cabeza... En fin, somos los personajes de un gran libro al que el autor no sabe como terminarlo pero ya le puso nombre y ese nombre es Vida.

2) Somos dos: Este es el flash que menos invoco en la actualidad pero viene desde pequeño y aparece de a ratos... Es simple... no estoy sólo sino que además de Yo está mi Otro Yo... y lo flasheo antes de ver la película de Irene eh! Si si, desde épocas en que pataleaba para no entrar al Jardín de Infantes fantaseo con que existe otro Lucas, uno que está al tanto de mi vida, de cada segundo de mi existencia pero hay una pequeña-gran diferencia... a él no lo ve nadie y no tiene que vivirla entonces me aconseja "desde afuera", me ayuda a ensayar diálogos que considero importantes, me hace de psicólogo y muchas cosas más... De más está decir que este doble sólo aparece cuando ando solo por la vida no sea cosa de parecer loco a ojos de los demás.

3) ¿Qué pasa después?: Podría decir que es el flash más normal, o al menos el que creo que es más común en la gente. Quizás por éste no me miren tan mal. Por algunos instantes en mi vida me gustaría morir, morir para ver que pasa después... algo así como que mi alma salga en el momento del velorio y vea quienes están llorando mi muerte, quienes siguen su vida como nada, quienes se quedaron con cosas para mí, quien festeja mi huida a una realidad mejor... Esto lo pienso porque hay personas a las que tal vez les di un paso fugaz por mi vida y otras a las que les di una estadía bastante larga y quisiera morir para saber con cuantos me equivoqué, a cuantos les di más de lo que merecían y a cuantos les di menos.

Listo, se acabó. Basta de limarla por dios... Acá dejo mis mayores flasheadas a lo largo de estos 19 años. No se que les pareció pero bueno la intención es seguir recibiendo opiniones, felicitaciones, criticas y demás sobre estas cosas que salen desde el centro de Lucas Ignacio Mangi y quedan publicadas para la tortura de usted, lector.

18.6.09

Cuando no alcanza, cuando no llegamos...



Vaso de sustancia digestiva en mano y a escribir, a flashearla una vez más.

Iba camino a "los chinos de acá a la vuelta" cuando por la cabeza se me cruzó la idea que da tema, origen y cuerpo a esta nueva redacción. Y bueno me hice un tiempo entre apuntes y otras cosas para darle forma a esta nueva entrada en mi blog personal. Tal vez sea el texto menos elaborado pero es lo que sale hoy y sobre lo que tengo ganas de hablar...

Que feo es esa sensación de no llegar o de que no alcanza... porque espero que coincidan conmigo pero no es lo mismo. No se si a todos les parecerá feo, pero a continuación y así llegaré al final de este texto digital me dedicaré simplemente a enumerar situaciones en las que me hace mal no llegar o que no alcance...

- Que feo que no alcance para llegar a fin de mes.
- Que feo no llegar al bondi porque las piernas tardaron en alcanzar la velocidad adecuada.
- Que feo que no alcance la fuerza para hacer esa última repetición en el gimnasio.
- Que feo que eso que queda en el fondo de la botella de cerveza no alcance para compartir con un amigo
- Que feo que las horas de sueño no me alcancen para reponer el total de las energías.
- Que feo que no alcancen las ganas para llegar a ese objetivo.
- Que feo que es no llegar al objetivo por algo que nosotros no somos capaces de controlar.
- Que feo no llegar al final del sueño porque sonó el despertador.

- Que feo que no alcance todo mi yo para llegar a vos...

21.5.09

Los viajes del Cuore




Luces apagadas, cerebro encendido. O mejor dicho corazón encendido. Las piernas no responden pero el cuore sigue latiendo. Pide salir a tomar aire, alejarse de los vicios que lo rodean pero nada de eso es posible, él tiene que seguir ahí, haciendo su trabajo para que yo día a día esté un poco más vivo.

Hay veces que lo llevo por los barrios malos de los sentimientos Villa Dolor, Cuartel Desesperanza y hasta porque no Country del Abandono. Y él, avisa con unos golpes rápidos que no es lo conveniente para el y el resto de los órganos que lo acompañan pero yo no lo escucho y voy al centro de lo "no recomendado". Después lo pienso en frío, lo medito y me digo a mi mismo: "Que gil, mira lo que hice". Pero en el momento no me doy cuenta, arriesgo al órgano vital para vivir y sentir como si no valiera nada.

No siempre son peligrosos los lugares a donde lo llevo, también pasamos buenos momentos en la Estación Esperanza, La casa de la Amistad y el Museo del Amor. Ahora hace un rato que no visitamos éste último y se me está complicando explicarle que lo cerraron, que no abre más hasta nuevo aviso. Que jodidas que se ponen las cosas cuando a una criaturita indefensa e inocente hay que borrarle una ilusión o al menos esconderla bajo la alfombra por un tiempo.

Como me gustaría que la que hasta hace un tiempo era la cuidadora del Museo me abra las puertas sólo un ratito para dar unas vueltitas con el cuore, observar las imágenes de aquellos antiguos besos, registrar para siempre esas eternas sonrisas, disfrutar una vez más de los interminables abrazos con los que se alegran todos los "bobos" del mundo.

Tantos son los deseos de alegrar al corazón que esta misma tarde pasé por la puerta y me recibió... Me recibió un cartelito maltratado por el viento y la lluvia de días anteriores que decía: CERRADO POR REFORMAS.

9.5.09

Mutando...




Viajaba por las calles del Gran Bs. As., cambiando de bondi a bondi cuando la cabeza empezó a realizar un extenso y flashero análisis sobre la mutación que sufrimos a lo largo de la vida.

Al primer instante solo tenemos un cuerpo no controlable, igual al de ahora pero mucho más pequeño y con habilidades prácticamente nulas. El oído solo recibe voces o sonidos dulces que muy lejos están de querer hacernos mal.

Ese período, luego irrecordable, dura unos 3, 4 o hasta 5 años. Después ese mundo color rosa desaparece y nosotros también dejamos de ser seres "rosas". Empezamos a utilizar nuestro físico para todo tipo de cosas, desarrollamos habilidades que nos llevan a recibir felicitaciones y llevamos a cabo maldades que nos proporcionan los primeros retos de los que tenemos conciencia. Los sonidos que existían solo para sacarnos una sonrisa sin dientes ahora muchas veces son para que no le peguemos mas al compañerito del jardín, al hermano o incluso a los mismísimos papás.

El siguiente paso de la mutación se acerca con muchas cosas nuevas... Además de desarrollar habilidades físicas, entramos en una casa gigante llena de habitaciones donde unas señoritas (excepcionalmente señoritos) muy pacientes llenan las cabecitas casi vacías que tenemos con conocimientos que luego, según ellas, "será útil". Con respecto a los sonidos, seguimos sumando algunos nuevos como las vocecitas de los que todos proclaman como "compañeritos", también la seño pierde la paciencia y se parece a mamá retándonos uno a uno o en grupo.

Esta etapa se extiende durante unos larguísimos años, tal vez es la etapa que sigo viviendo yo en mis cortos 18 años... ahora ya Mamá no descarga tantos retos sobre mi y la "señorita" ya es una profesora de Facultad a la que poco le importamos cada uno de nosotros. YA SOMOS GRANDES...

Pero por lo que veo en mi alrededor me falta mutar muchísimo así que me pregunto... ¿Cuál es la próxima estación?

3.5.09

Hola, ¿cómo va?

Domingo a la tarde e ideas inquietas que me llevan a buscar un espacio para descargar. Busco papeles, cuadernos pero nada está a mi alcance y por eso me decido a abrir una nueva dirección web a mi nombre. Ya pasé por los fotologs de Terra, luego ascendí la popularidad con un fotolog.com y en la actualidad me jacto de tener 381 amigos de Facebook. Parece que nada de eso cumple con los pedidos de mi "yo" que quiere escribir, contar lo que pasó, lo que pasa o lo que sueña. De esta manera nace un Blog a mi nombre con el precario título de "Ideas de una Iguana Iguana".


No se que tanta popularidad alcanzará este espacio pero confío en que será muy útil para mi tenerlo y contar mis cosas a través de metáforas, frases, cuentitos o simples textos realistas por los que alguna vez alguien me felicitó.


La necesidad de escribir que tenía hace un rato ya se va esfumando y parece que no era nada especial lo que tenía ganas de transmitir. Sólo unas pocas palabras combinadas formando oraciones, párrafos y así darle vida a mi Blog.


Bienvenidos y será hasta la próxima...