16.5.10

Todavía hay más por vivir...


Un año después del cambio de siglo, la vida me pegaba un cachetazo... El abuelo Alberto, ese portero de colegio cheto que traía caramelos para los nietos, decide dejar de sufrir por la diabetes y pasar a una vidita mejor allá arriba donde dicen que te encontrás con un tal Señor. Otros que se comieron cachetazos en ese año fueron nuestros queridos amigos de los Estados Unidos de América: primero la presidencia es asumida por George W. Bush y después, como si eso fuera poco, el 11 de Septiembre, Al Qaeda decide realizar una serie de atentados en los que consigue derribar a las Torres Gemelas de Nueva York. ¿Todo muy normal no? ¿Quieren cosas anormales? Argentina tiene un fin de año a puro caos con saqueos y un presidente muy simpaticón que escapa por los techos de la Casa Rosada en helicóptero.

El 2002, es un año que en mi vida pasó sin muchas marcas o al menos no las recuerdo. En el mundo siempre ocurren desastres y durante este año se hunde el petrolero Prestige frente a las costas de España produciendo una gran catástrofe ecológica.

Al siguiente año, Estados Unidos y el Reino Unido invaden Irak para derrocar a Saddam Hussein y luego capturarlo a fin de año. Yugoslavia se convierte en Serbia y Montenegro y yo paso de niño a adolescente con la obtención de mis 13 años. Otro año sin novedades...

Se acercaba la segunda graduación de mi vida, el final de la primaria estaba al alcance de la mano. Un buzo, ahora horrible, que nos identificaba como egresados y un viaje a Córdoba con solo 4 compañeros marcaron el 2004. A fin de año llegaría un poco de protagonismo de la mano de medallitas y diplomas por logros escolares. A principio de año, Al Qaeda había vuelto a decir presente pero esta vez en Madrid donde murieron 91 personas. Ese mismo año, en aquél país del viejo continente los socialistas regresan al poder de la mano de Zapatero. Un dato anecdótico es la obtención de 11 Óscar por parte de El señor de los anillos: El retorno del rey y un dato que no hay que olvidar es el Tsunami en el sudeste asiático que arrasó con 280000 vidas humanas.

Fiestas de quince años por doquier fueron la nota distintiva del año al cual voy a referirme ahora. Ya con un mejor gusto musical comienzo a disfrutar de mi actual adicción a los recitales de bandas de rock. Como dice el dicho el que las hace las paga y así es que la naturaleza vuelve a castigar a Norteamérica, esta vez de la mano de Katrina. También fue un año de conmoción para la Iglesia que despidió al Papa Juan Pablo II  y eligió como nuevo Papa al alemán Josep Alois Ratzinger (Benedicto XVI).

Ya con 16 años y un poco de alcohol en las venas veo, desde la comodidad de mi sillón, como muy democráticamente es ejecutado Saddam Hussein, por suerte en este puto planeta siempre se respeta el derecho a la vida. No festejo las muertes, pero que suerte que el General Augusto Pinochet dejó de respirar en este mundo (acá todavía le quedan unos amiguitos General, ¿no quiere llevarlos?). En Cuba se enfermó Fidel, en Bolivia asumió Evo, en Chile Bachelet y en Argentina se prepara una tal Cristina... Muchos cambios en el mundo pero yo me preocupo por salir campeón con SEDALO y conseguir el pasaje al Torneo Nacional del próximo año.

Empecé con las adicciones y Pampa Yakuza es la incorporación del año, de aquí en más no podría dejar de estar junto a ellos. Nunca los mencioné pero a esta altura mi hermano mas chico ya tiene 10 años y el otro 12, nos matamos por cualquier huevada, todo es motivo de unas buenas piñas con cariño. Siempre que me preguntan por el mejor año de mi vida no dudo en decir que fue el 2007: no porque asumió Cristina Fernández de Kirchner (la primer presidente mujer del país) tampoco por el boom de las redes sociales ni el triunfo de Sarkozy en Fancia. Estuve demasiado ocupado en mí durante este año y poco me interesé por la crisis hipotecaria que se desataba en Estados Unidos, había muchas cosas para vivir y disfrutar: aparecen esas cosas que los poetas de la calle dicen mariposas en la panza, el viaje de egresados a San Carlos de Bariloche con todo lo que implica, una fiesta donde empezás a despedir una etapa, un Torneo Nacional de Handball en Salta, unas vacaciones con familia y amigos en el sur del país  y para terminar la noche de graduación donde familiares, amigos, compañeros y gente conocida y desconocida del ambiente escolar me hicieron sentir la persona más feliz del mundo... Siempre me gustaron las cosillas esas que a uno le suben el ánimo, lo hacen sentir importante, le elevan el ego y lo ponen con las manos en el cielo.

El año siguiente, el 2008, ya traía cambios importantes desde el comienzo. Mi primer día de clases no fue en el colegio de siempre con los mismos delirantes sino que fue en una sede de la Universidad de Buenos Aires donde todos eramos desconocidos, salvo excepciones. Por suerte en cuestión de meses me uní a un par de personas delirantes y perdidas en la vida como yo, y juntos enderezamos la nave para seguir adelante. En medio del Caribe, Raúl Castro es elegido por el parlamento como presidente de Cuba. Más al norte, Barack Obama es el primer afroamericano en ser elegido presidente de Estados Unidos.

Durante el año siguiente, se afianzó el vínculo con los delirantes conocidos de la Facultad de Ciencias Económicas, llegó a su fin la relación de pareja, comencé a jugar al escritor, viajé al interior del país para hacerle el aguante a mis queridos Pampa Yakuza, perdí a mi Oma por culpa de un cáncer que se la llevó sin prisa pero sin pausa y cuando el año moría conocí a quien se encarga de darle felicidad a mis días. Un balance personal anual que tuvo cosas de todos los colores, tal cual como ocurrió en el mundo donde muere Michael Jackson, el G8 se convierte en G20, se declara en quiebra General Motors, nos invade la gripe A y con ello la paranoia, y los poderosos del mundo entran en recesión.

Así es como llegamos al 2010, donde me acerco a los 20 años, donde el mundo sigue dando pasos hacia atrás, donde no tomamos conciencia sobre la situación del universo, donde el sistema nos ciega, donde sonrió gracias a mi familia, a mis amigos y a ella.

13.5.10

Desde la panza a 2000.


Mientras la tierra de mis antepasados se unificaba nuevamente, acá, en un hospital de la Capital Federal yo me esforzaba por salir a tomar aire, por sobrevivir a mis propias andanzas dentro de la panza de mamá. Los días pasaron y me salvé de mi casi suicidio involuntario, las vueltas de cordón umbilical en mi cuello eran el primer obstáculo que me proponía la vida. En ese año no digo que vi las estrellas pero si las vió el telescopio espacial Hubble que recién había sido puesto en órbita, y tal vez desde allí observó como Argentina se quedaba sin su 3er Copa Mundial de Fútbol.

Un año después, el mundo me mostraba lo que es una guerra por primera vez, el Golfo ardía y la guerra civil en Yugoslavia era un hecho. En una iglesia de mi ciudad, Banfield, yo era bautizado para luego festejar con familia, amigos y los recientes padrinos. La primer fiesta en la que era protagonista, la que nunca voy a olvidar aunque los recuerdos sean solo fotos amarillentas, transcurría mientras la URSS se retiraba de este mundo y Frreddy nos decía adiós por culpa del SIDA.

En el par de años siguientes solo se acentuaron los conflictos comenzados años atrás: privatizaciones en Rusia, enfrentamientos entre Bosnia y Serbia, Clinton al poder de la nación más poderosa del mundo capitalista y la "paz" entre Palestina e Israel.

En 1994, el jardín de infantes comenzaba a formar parte de mi vida y en el mundo México traía novedades: la formación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y una grave crisis financiera que afectaría al resto de las economías latinoamericanas (Efecto Tequila). Cuesta separarse de mamá, experimentar la formación de un grupo o de conocer gente pero para algunos como Kurt Cobain no cuesta nada quitarse la vida.

Sigo creciendo mientras el mundo no deja de girar, a fin de año la primer graduación de mi historia: fin de los años de jardín de infantes. El mundo avanza con tecnología y me ofrece como regalo la PlayStation o ver Toy Story (la primer película realizada por computadora).

Los primeros pasos en la escuela primaria no son fáciles, algunos de los compañeros de ruta de la etapa anterior no están, los que quedaron buscan nuevas amistades, la chica linda que en teoría era mi primer novia desapareció. La Tierra tampoco tuvo unos años que pasen desapercibidos: Rusia ingresa al G7 para convertirlo en G8, Inglaterra devuelve Hong Kong a China, Lady Di fallece y conmociona al mundo. Mis tiempos libres son dedicados a un hobby común en los niños: fútbol en el club del barrio; el mundo disfrutaba de los primeros DVD's.

Ocho años ya pasaron de aquel primer llanto y ese mismo tiempo es el que llevaba Cuba resistiendo al capitalismo que recibe la visita del Papa Juan Pablo II. Mientras yo me sentía un ganador por recibir el premio anual de la escuelita de fútbol en la que ganamos todos, en la gran fiesta de los Óscar la película Titanic de James Cameron se despacha con  11 estatuillas.

Ya con Chávez en la presidencia de Venezuela y con el viagra en las estanterías de las farmacias comienza el año 1999 donde la primer gran noticia es la entrada en vigor del Euro. Mis nueve años se festejan en casa con amigos que acompañaron mi crecimiento, con la familia que siempre estuvo, con un SEGA enchufado al televisor y un Boca Juniors que arrasa con todos los torneos que se le pongan adelante... Una fiesta! Y a miles de kilómetros, como no podía ser de otra manera, una guerra: Kosovo es bombardeada por la OTAN.

Primer década de vida y un mundo que no dejó de asombrarme, para colmo el cambio de siglo revoluciona al mundo y hay gran exaltación popular por la llegada de los años 2000. Ya la práctica del fútbol no me hacía feliz así que decidí seguir el camino de papá y jugar al handball, mientras la cumbia y el cuarteto de Rodrigo musicalizaban mi año. En Panamá se festejó la soberanía del canal, en Rusia la victoria de Vladimir Putin en las elecciones, en España la re-elección de Aznar como presidente y en Banfield mis 10 años....

CONTINUARÁ...

4.5.10

Radiografía de un beso


Otra noche que me sorprende de la misma forma: acostado y agotado. La luz parpadeante del velador lucha por no dejarme a oscuras y desde el comedor puedo oír el regreso de un programa de televisión que comienza una nueva temporada. Lentamente me alejo, me voy hacia el interior donde el único sonido es el que provoca el latir del corazón. Una vez ya muy adentro mío me encuentro con lo más lindo de mi presente...

La imagen cada vez es un poco más clara, estás vos y estoy yo, frente a frente. Nos miramos, se funden ambas miradas en una, la tuya y la mía con la misma intensidad sin sobresalir ninguna. Así pasan algunos segundos para luego acercarnos de forma inconsciente, buscarnos e intentar encontrarnos.

El objetivo está cumplido, mis labios descubren la posición de los tuyos y sin dudarlo provocan el primer roce. Un contacto que no tarda en convertirse en beso, sintiendo el aumento en la humedad de mi boca disfruto del sabor a vos.

Perdemos la noción del tiempo que pasamos fundidos en uno, sabemos que por momentos se nos cortó la respiración, que nos mordimos suavemente sin provocarnos dolor, que estuvimos abrazados, que nos regalamos mimos pero no sabemos cuanto tiempo pasó desde esa unión de sentimientos.

Abrir los ojos es como despertar del sueño más lindo del mundo, ver un solo ojo que de a poco vuelve a transformarse en dos pupilas brillantes y enamoradas...

La bombita de luz cumplió su ciclo de vida y caer en la oscuridad me trajo de nuevo a la realidad. Estoy sólo, en mi cama, pensando y recordando algunos minutos de las tardes que paso con vos. Ahora sí, me voy a hundir en un profundo sueño esperando que llegue un nuevo día que pasaremos juntos.